Onon || Paco Salazar || Nuevo Album || N° 3 – 2020 || PROMONAUTAK

Para quién conozca algo mís gustos musicales sabrá que no soy muy dado a la música electrónica, y menos a la electrónica experimental, como es el caso de Onon, el nuevo álbum de Paco Salazar, Compositor, Productor, Músico y Multi-Instrumentista.

El caso es que desde mí ignorancia me he adentrado en el mundo de Paco y he podido vislumbrar ciertos estados y ciertas cuestiones a las cuales he llegado poniendo atención. Está claro que Onon posee un ritmo que para mí lo hace diferente al resto de sus álbumes, aparte de lo que cuenta, y tened en cuenta de que estamos hablando de música electrónica experimental, un mundo un poco extraño en cuanto a expresar emociones claras, pero sí, Paco Salazar lo hace en este álbum.

Onon comienza de una forma algo épica, siempre teniendo en cuenta que estamos entre ritmos y texturas electrónicas, y puedo llegar a ver como si del comienzo de un viaje en tren se tratara, que acompañado del ritmo nos guia hacia la aventura que es una vida.

Una vez dentro escuchamos sonidos sintetizados que… de ser interpretados con intrumemtos tradicionales, claramente tenemos un tema en el que los vientos (sintes en este caso) junto con el ritmo y la melodía (todo sintetizado) nos dan como resultado un tema cercano al tipo Club de los años 80. Sonidos rítmicos que en mí cabeza serian Trombones a los que se les podría añadir Trompetas, o incluso Saxos, Paco ha querido que sean máquinas de sonidos sintetizados que sin duda utiliza como vientos en Clubes de Jazz o Soul o el R&B.

Y es que este álbum nos habla de sú autor y sú viaje, en el que sin duda escuchamos lo que pudiera ser la evolución de la musica de videojuegos vintage, aquellos con los que quienes ya tenémos cierta edad jugabamos, primero en Boleras y Bares, y más adelante ya en las primeras consolas o computadoras tipo Spectrum o MSX. Para mí Salazar crea la evoloción clara de aquellos sonidos ARCADE, una evolución de un sonido que representa a toda una generación.

Los títulos sin duda guardan algunos secretos en los que estoy seguro hay mucha intención en clave. Títulos como Cod16To4 a mí me sugiere algo relacionado con (y me voy a tirar a la piscina), la adolescencia de Salazar y de una humilde comida para 4 personas, tal vez exactamente sea un Bacalado (Cod en ingles) a sus 16 para 4 hermanos, o los padres y dos hermanos. La verdad es que estoy escribiedo este texto sin saber todavía apenas nada de la vida del autor, pero a mí ese título me sugiere algo así como su coexistencia con 4 personas.

El álbum continúa y nos muestra sonidos más gruesos en los que uno puede entender ciertas circunstancias en la vida, algunas dolorosas, sin olvidar que estamos ante un álbum de música electrónica experimental, pero… sinceramente, creo que su autor nos está hablando de circunstancias muy concretas, incluso puedo percibir que nos habla de Don Dinero, mostrandonoslo como si del sonido de maquinas tragaperras se tratara, todo ello con una rítmica y unas texturas que me hacen pensar que estemos ante un discurso sobre la codicia humana, que sin duda es algo que ha existido en estos y en otros tiempos.

Y el amor, aayy el amor, que parece que hubiera quedado en la niñez, en esos años en los que cuando eres crio todo tú ser tiene un sentido y juegas y juegas con total inocencia, hasta empiezas a fijarte en personas que te atraen con las cuales pudieras haberte dado aquél primer beso, y a la vez el amor de una Madre, ese amor tan valioso que la mayoría de nosotros recibimos en nuestra infancia, si bien en el presente de Paco parece ser un recuerdo, que ya sea por cuestiones de trabajo estuviera alejado de los suyos y por ello puedo llegar a sentir la soledad que le acompaña en estos sonidos electrónicos.

Pero en la vida vamos superado el trance de la pérdida y las decisiones, y pudiera ser que el amor de pareja no es algo que le haya acompañado en exceso, o tal vez pudiera ser que tras una relación importante, esa que nos dejó realmente tocados, nos levantamos como podemos y continuamos en ese viaje que debe continuar y que no espera a las dolencias, el momento de rehacerse y renacer. A base de trabajo uno va encontrando sú lugar y sú momento, y es a mitad de este álbum sincero donde su autor renace.

Con máquinas, con sintetizadores, con cajas de ritmos, aquí están sus verdaderas emociones, sus sentimientos, los cuales creo intenta que no se vean claramente pero, sin echarme flores, para alguien que entiende algo de la expresión, para alguien que se preocupa en escuchar….,

En Onon hay todo un discurso y una historia detrás de él, que va desde sú niñez, de sú Madre, hasta el más absoluto presente, hablandonos de sus vivencias pero también de sú trabajo como productor para otros artistas, que para el que no lo sepa, Paco Salazar es un excelente productor el cual ha producido discos de gente con mucho nombre, además de otros de los que seguramente poco sabemos, y es en este álbum que nos guía por ese camino que le ha llevado a estár en el momento en el que está ahora mismo, afectado por sus recuerdos y la distancia que hay entre algún ser querido y él.

Algunos de sus sonidos me hacen recordar a aquél Teclado CASIO VI Tone, ese pequeño tecladito que se hizo tan famoso en los años 80 y que, curiosamente, a mí me regaló mí Padre. Aquél que tenía un botón amarillo que al pulsarlo sonaba una mítica canción la cual recordaría en cualquiera de los momentos de mí vida. Yo creo que si (la vida no lo quiera) me pillara el Alzheimer, al pulsar aquél botón amarillo de aquél CASIO y sonar aquella canción me traería de vuelta.

Bien, pués en este álbum es como sí ese viejo Teclado Casio VI 1 hubiera evolucionado millones de veces y tuvieramos delante a un familiar suyo del futuro.

De sonbra sabemos que no sólo lo que vemos, sino que también los sonidos y lo que sentimos nos traen buenos y malos recuerdos.

Onon es un álbum de música electronica experimental en el que sin duda lógicamente se ha experimentado con el sonido, pero, a sú vez, narra una historia que si no escuchas con atención te parecerán sonidos y texturas electronicas y ritmos con cierto sentido pero sin nada humano detrás, si te sucediera eso, deberías volver a escucharlo tras leer este artículo y podrás ver que en el fondo hay un mensaje.

Por supuesto hay juegos de filtros entre graves y agudos y notas que de pronto destacan por su brillo que nacen de algo profundo y cerrado, luz que se abre camino para expresarse en momentos entre la eufória y el dejase llevar, apartando cualquier recuerdo de lo pasado, y disfrutando de momentos inolvidables, todo eso y más existe en Onon, pero insisto en que hay un profundo sentir en él, muestra de ello el final melancólico y algo derrotista, como sí sú autor hubiera perdido la fe, el tema llamado 1993, tal vez sea la inocencia lo perdido, o tal vez en esa búsqueda del amor que no fue, o incluso el fallecimiento de alguien cercano. Cuantas y tantas veces los artistas mostramos carencias y dolencias en nuestras obras en un intento de expulsar para afuera nuestros fantasmas, y eso es lo que creo hace Paco Salazar en este álbum.

Onon nos habla de la vida de sú autor, de sus experiencias y de sú trabajo, a la vez que experimenta con las texturas y ritmos de máquinas entre las cuales siempre se sintió más cómodo que entre la mayoría de las personas que hayan podido coincidir con él.

Su forma, la del álbum, es intencionada, buscada, ya que no olvidemos que Paco es un excelente guitarrista. Sí crea este tipo de álbumes no es sólo por puro placer electrónico, sino que hay una intención de progreso evolutivo musical a la vez que de forma de expresión humana.

Paco Salazar se muestra fragil y con un sentimiento hacia el pasado que sabe no recuperará, y renace y pone los pies fuertememte en el suelo caminado a base de trabajar en lo que mejor sabe hacer.

Como he dicho al principio, yo no soy un experto en este tipo de música experimental, si bien me muevo más por mundos orgánicos o por lo menos por instrumentos musicales más tradicionales, pero no estoy tan ciego como para no reconocer que entre estos sonidos, texturas, filtros y ritmos electrónicos se esconde un ser humano que sufre, y a la vez es alguien que tiene claro cual es sú papel en cada momento. Hay un Salazar que produce y otro que expresa, y sin duda en este álbum ha abierto sú corazón, a pesar de que uno pueda pensar que con esos ruidos de máquina es imposible expresar y contar una historia repleta de vivencias y sentimientos, pues sí.

Para mí Onon es una de sus mejores obras. Contemporanea, experimental, pero… también sentimental.

Quién diría que trás tanta máquina hubiera tanto corazón….

Por Sergio Zurutuza

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