SIX || TSODE || Nuevo Album || N° 5 – 2021 || PROMONAUTAK

En alguna parte del espacio exterior a de haber resquicios de una civilización que se acerca hacia nuestra atmosfera, pues comienza el sendero que nos trae Tsode en este sú sexto álbum, cristalino en el presente que tras lo sufrido se antoja libre de presiones y confusiones.

SIX supone un avance hacia las buenas vibraciones que un día tiempo atrás se perdieron en otros sonidos y sentidos. Y es que el arte lleva consigo el poder de permanecer en una continua juventud que a pesar de que los cuerpos se transformen, sin duda la habilidad y el deseo de seguir jugando mantiene a los artistas que continuan despiertos en un estado de plenitud. La cuenta atrás ya comenzó desde el día de nuestro nacimiento, pero ni el tiempo puede quitarnos las ganas ni la vivencias. «We are young», y desde la voz de un Jesús Valenzuela furioso llegamos hacia un sólo de guitarra desgarrador ejecutado por Sergio Zurutuza en un intento de no perdernos nada, sabiendo que todavía todo es posible, ¿Por que no?.

Un álbum más ritmico y positivo que entre la Electrónica y el New Age nos regala melodías con sabor a sol, precisamente ese mismo sol que en verano a veces tanto agobia a este Cordobés (me consta por vídeos como el de «Renassainse«, incluida en el recopilatorio de 2020, y en letras como «A ninguna Parte«).

Sin duda en SIX la voz cobra más protagonismo, y hasta tiene un aire indie que lo hace diferente a sus otros álbumes, cual si no la manera que tiene TSODE de poner la parte de carne necesaria entre tanto sintetizador y estructuras secuenciadas, la voz.

Sé que estoy ante un creador que parte de la anomalía que supone que en una ciudad como Córdoba se haga algo con un sabor tan a Norte, pero no al norte de España, sino más allá, donde la nieve cae sigilosa a diario, y raro es que no haya sido invadido por la vena flamenca tan de sú tierra, pero eso es lo que le identifica. Entiendo perfectamente, ya que es a muchos a quienes las raices de nuestro lugar natal, sin renunciar a ellas, no nos ayudan y son un tipo de impedimento que hace que nuestras obras no alcancen cotas más altas, si bien Tsode ha sabido trabajar tanto la producción como la promoción y poco a poco ir haciendose en poco tiempo un hueco en el panorama musical.

Pero entre tanta diversión, la que se siente en este álbum, normal es que de cuando en cuando los problemas cotidianos dejen sú poso en la obra, nadie está libre, y a la vez… ¿que sería de nosotros sin esos momentos de tristeza o melancolía?, de hecho es un estado habitual en los discos de Tsode, que sin duda ha aflorado en medio de este álbum jobial que nos ofrece. Hay momentos para todo y hay que saber plasmarlos.

Y el tiempo de que la esperanza o el deseo que desde el interior algo pueda salir afuera nos habla con voces como la de Airyn, fina y sensual, y la del propio Valenzuela, que llegan hasta un próximo amanecer tras la oscura noche en la que podemos saborear trocitos de fe que timidamente logran por suerte esquivar todo aquello que nos hace daño. Dos voces realmente bellas y a sú vez fragiles son las que se abren desde lo más profundo y persiguen el amor que tanto nos hace falta en momentos como los que hoy vive una humanidad desconfiada y extremista que no sabe como salir hacia la verdadera llama que hizo que cada uno de nosotros estemos hoy vivos.

Se asoman ciudades grandes que pueden llegar a caer por olvidarse de soborear precisamente ese amor que los artistas ponemos en nuestras obras. Hay que pisar muy fuerte el suelo, y a la vez dejarnos llevar y alzar el vuelo para mantenernos unidos en un mundo a priori hostil.

En Six encontramos atmosferas y melodías que transitan entre la felicidad y la belleza pero con cierta preocupación en acontecimientos de los que nadie esta a salvo, pues es en la salud, tanto física como mental, donde puede uno realizarse y explorar caminos más o menos luminosos en los que uno se va dando cuenta de que todo lo que merece la pena puede ser simplemente el conservar a quienes quieres y te quieren, siendo conscientes de que tan sólo la música y el arte pueden llegar a ser eternos, y así calmar nuestras ansias de permanecer y pertenecer. ¿Pertenecer?, es cierto que lo mismo podías haber nacido aquí que en cualquier otro lugar. Son las luces y los sueños que nos guían hacia ninguna parte, y amenudo nos falta el aliento vital, pues de sobra la vida nos da y nos quita.

¿Que será ese vacío que a veces sentimos?, hay quién a eso le llama Dios, aquél que pudo ser que entre galaxias, planetas, estrellas y antimateria nos dejara de lado en esta bola que gira, que sin duda entre tanta diversidad seremos capaces de recuperarnos hacia lo divino que nos aporta la música, esa luz que aunque no tenga nombre ni razón pueda uno partir, llegado el momento, con todas las penas curadas, dejando un mundo algo más justo para los que quedan.

Utópicamente sin duda se camina hacia adelante, a pesar del cinismo y de algunas conductas humanas que sólo saben destruir y son incapaces de apreciar y apreciarse como algo único que se ha de repetar.

De ese modo SIX nos envuelve, nos contagia, nos descifra en argumentos sencillos la pasión y el consuelo del amor eterno. Positivamente, conscientemente, serenamente, y olvidar todo lo que nos inquieta.

Tras la puerta de sombras se escondía la vida, y así fuimos testigos. ¡Vivir!

SIX

Por Sergio Zurutuza

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